Se busca con urgencia un sostenedor interesado en mejorar las escuelas y liceos de Chile, que no se conforme con los mínimos que establece el Ministerio y la legislación. Que tenga una visión y un compromiso por una educación como motor del cambio con justicia social y no como negocio lucrativo para él, su familia o su municipio. Un sostenedor que no desvíe los recursos destinados para la mejora de la educación y los salarios de los profesionales (Ver evidencia 1. Ver evidencia 2). Que no se conforme con una infraestructura mediocre y mínima para educar (ver evidencia 1). Porque nuestros hijxs, niñxs y jóvenes merecen lo mejor. Que en lugar de presionar para adulterar la asistencia (Ver evidencia 1. ver opinión 2), invierta los recursos necesarios para que la escuela sea más atractiva, acogedora, estimulante y desafiante para todos los estudiantes. Que sea transparente con las finanzas públicas y privadas vinculadas a la organización. Que no se asocie con otros sostenedores para frenar la mejora y la fiscalización (ver evidencia 1), que abandone el absurdo deseo de competir y colabore con otros establecimientos en nombre del bien común llamado educación. Ganan nuestros niñxs y jóvenes, ganamos todxs. Un sostenedor que no trate a los profesionales de educación como insumos desechables que se pueden despedir cada dos años (ver evidencia 1). Un sostenedor que no avale la selección de estudiantes por creencia religiosa, nivel socio económico o por necesidades educativas especiales (ver evidencia 1), que promueva una escuela inclusiva desde la matrícula hasta el egreso. Un sostenedor que no use el miedo al despido para presionar a los profesionales y mantener el negocio funcionando. Con altura de miras para implementar un plan de desarrollo personal y profesional que dignifique y contribuya a que los profesionales puedan aprender y mejorar cada día dentro de la jornada laboral. Que abogue por más participación en la toma de decisiones de profesores y estudiantes, que abandone la gestión dictatorial y que no la exija y admita en los directores (ver evidencia 1). Un sostenedor que use el poder que le otorga la ley para la buena educación. Buscamos un profesional que no reduzca calidad de la educación a los resultados SIMCE y PSU. Necesitamos un sostenedor con ética, comprometido con la mejor educación, que abandone el egoísmo de terno y corbata, que no sea un freno a la mejora. ¡Urgente!
Nota: [Esta es una carta abierta a los sostenedores. Tiene por objetivo visibilizar malas prácticas silenciadas en la investigación de eficacia y la mejora escolar. No es un aviso de empleo.]
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