Alejandro Guillier recoge muchas de las recetas de Educación 2020 y financiadas por el Banco Interamericano del Desarrollo. Estas propuestas apuntan en materia de educación parvularia, educación escolar, educación técnica profesional y educación superior. Varias de estas recetas prefabricadas en oficinas del Global Education School Reform estaban también en el programa de Piñera, Goic y con matices en el Frente Amplio. Tal vez en lugar de mirar los programas de l@s candidat@s deberíamos asumir que una sola red política-académica está definiendo la agenda en educación. Habría que preguntarse ¿el por qué de esta coincidencia? ¿Quién está detrás? ¿Son políticas de consenso transversal o solo de un sector acomodado en el poder? Mi tesis es que en materia de educación nos dan a comer las mismas políticas pero con diferentes sabores. Da igual por quien votemos en esta segunda vuelta. Las diferencias en la agenda en educación serán mínimas.
Las conexiones en torno a esta agenda única llegan todas al Banco Interamericano del Desarrollo que tiene una política en educación pre-fabricada para Chile y otros países BID. ¿Genial, no? Nos quieren ayudar al desarrollo seguro prestándonos dinero. Hace un tiempo el Gobierno de Chile solicitó un crédito al BID para fortalecer la institucionalidad de la educación pública. Lo interesante es notar que este crédito fue aprobado antes de que se aprobase la ley por el parlamento. Además de dinero el BID aporta su amable colaboración técnica, libre, por supuesto, de toda ideología.
Por otra parte, Educación 2020 tiene una larga data de colaboración con el BID. Parecen ser el brazo de acción estratégica de este banco en Chile. El BID ha creado la red Latinoamericana por la Educación, en la cual Educación 2020 es socio fundador, diseñada para aumentar la influencia empresarial en la educación, que “se puso en marcha con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Brasilia, Brasil, el 16 de septiembre de 2011, cuando los países participantes firmaron la Declaración de Brasilia, que estableció la red y sus objetivos” y que es cofinanciada por la Unión Europea.Y por último, vale la pena hacer notar que Guillier tiene en su equipo de campaña un consultor del BID, el Sr. Roberto Álvarez (ver la fuente).
Hasta ahora todo bien, todo guay. Sin embargo, el problema radica en la ideología detrás de estas propuestas. Se trata de la ideología de mejora escolar impulsada por lo que Pasi Salhberg denominó GERM (Global Education Reform Movement). Se trata de una perspectiva profundamente antidemocrática que impone programas de endoprivatización de la educación pública justificados por criterios supuestamente técnicos y con evidencias basadas en la perspectiva reduccionista de las pruebas estandarizadas, como se observa en la última ley aprobada en Chile muy del gusto del BID y Educación 2020. Uno de los problemas de esta endoprivatización es que termina convirtiendo las escuelas públicas en negocios antidemocráticos que desempoderan a los estudiantes, a los profesores y que conceden privilegios a los dueños y jefes del negocio, directores y sostenedores. Este modelo antidemocrático y jerárquico de escolarización se encuentra en las propuestas de Guillier y en las propuestas de Educación 2020 y en la Ley aprobada por el parlamento, con un acuerdo entre el Gobierno de Michelle Bachelet y la oposición. Es fácil llegar a acuerdo cuando se tienen las mismas ideas en materia de educación.
En este contexto de reformas prefabricadas en escritorios de banqueros, empresarios y sus ONGs, los gobiernos, los candidatos y los parlamentos colonizados por las redes de influencia globales solo escenifican como ideas propias las políticas del GERM. Se comprende en este marco la hegemonía que emerge al analizar comparativamente los programas de: Goic, Piñera y Guillier y también en algunas cuestiones, con matices diferenciadores positivos, el de Beatriz Sánchez. Así lo hacen ver los propios de Educación 2020 con semáforos, caritas felices y también lo notarás tú si haces un análisis comparado de los programas:
Sin embargo hay una sorpresa mayor: el programa de 2020 es igualito al de Guillier en casi todas las propuestas. Puedes comprobarlo tú mismo si quieres. Te dejo el enlace a ambos programas de gobierno:
El programa de Guillier comentado por un investigador
Comento algunas cuestiones del programa de Guiller que me interesan y as relaciono con las propuestas de Educación 2020.
Guillier dice que no eliminará el SIMCE, que le otorgará un nuevo rol. Se escuda en la ambiguedad y no da detalles, pero si miramos el programa de educación 2020, entenderemos que hace referencia simplemente a disminuir el peso de esta prueba en los sistemas de premios y castigos actuales. No cambiará nada significativo en esta materia como ha demostrado su predecesora Michelle Bachelet, su ministra y colaboradoras/res (ex-miembras de Educación 2020, lo que no es casual).
Guillier dice que enviará el proyecto de Fortalecimiento de la Carrera Directiva, para fortalecer su liderazgo pedagógico y valorar su aporte. No da más detalles, pero si miramos el programa de educación 2020 entenderemos que les subirá el sueldo y les dará aún más atribuciones (poderes) de los que ya delegan en ellos los sostenedores. Se busca dar más autonomía directiva disfrazada de autonomía a las escuelas. Pero no es lo mismo la autonomía en un sistema en donde los privilegios se concentran en directivos y sostenedores que un contexto de toma de decisiones vinculante en el centro educativo. Desde mi punto de vista, esta propuesta de dar todo el poder a directivos es endoprivatización pura y dura. Más poder para gestionar el negocio sin contar con los trabajadores: los docentes. Ni con los protagonistas del aprendizaje: los estudiantes.
Guillier dice que revolucionará el aula. Educación 2020 usa el mismo término en su programa. [Qué diría el ché, que murió haciendo la revolución, si se enterase como el término revolución se utiliza para justificar mejoras superficiales]. Pero bueno, mirando el asunto de fondo: ¿Se puede revolucionar el aula sin contar con los profesores de cada escuela? Porque cada escuela es diferente y atiende a comunidades diferentes. ¿Se puede revolucionar el aula imponiendo reformas o innovaciones prefabricadas en el BID, generalmente investigadas y con evidencias en otros contextos? Tomar decisiones sin la participación de los docentes no parece bueno para fomentar la implicación de los profesionales, que es esencial para que cualquier escuela, liceo o parvulario marche bien y entre en un proceso de mejora continua. Tampoco es buena idea importar reformas e imponerlas desde el poder central a todo un país muy diverso culturalmente.
Guillier dice que avanzará en cobertura y calidad de la educación parvularia. Hará el kinder y el pre kinder obligatorio. Algo triste para los niños que son escolarizados cada vez más temprano. Por esta medida llamo a los niños a no votar por Guillier. ¿Y qué tipo de escolarización será esta? Por ejemplo, dice que reducirá la cantidad de niños por aula de 32 a 28. ¡Vaya! Con ese número infernal seguro tienen atención más personalizada en casa si los padres y madres cuentan con el tiempo y las herramientas para educarles ellos mismos. Educar a los pequeños en escuelas fábricas es una opción que se baraja en muchos lugares del mundo. Las evidencias dicen que los niños rinden mejor en los test. ¿Pero en la vida? Hay que considerar que los padres y madres también pueden hacerlo mucho mejor si se lo toman en serio y si las jornadas laborales no fuesen tan largas ni los salarios fuesen tan bajos. Para educar siempre se require un vínculo, y ellos ya tienen un vínculo con sus hijos, y ese vínculo favorece cualquier aprendizaje. Una política de escuela de padres y madres con apoyo personalizado podría ser una alternativa que respete aún más el bienestar de l@s niñ@s que las escuelas fábricas de pre-escolares. Todo padre y madre además de cuidador a de verse como profesor o profesora de su hijo. En las familias en crisis este rol se ve amenazado por la necesidad de sobrevivir (bajos salarios, largas jornadas) o por la dependencia (drogas, alcohol) o ausencia de algunos padres y madres. Creo que también habría que respetar la decisión de los padres y madres que decidan no hacerlo y puedan educar a sus hijos en casa.
Guillier dice que revisará la PSU. Avanzará hacia un sistema basado en la vocación, mérito e inclusión, con programas como el PACE. Es un buen camino. Educación 2020 dice lo mismo. Aunque los de Educación 2020 son firmes en su misión de disputarles a todos el espacio de la sociedad civil y hacen explícito su deseo de debilitar el Cruch. “El CRUCH no puede tener el monopolio de las decisiones de este sistema.”, dice Edu2020. Válgame, la que se va armar cuando la gente del Cruch se de cuenta que los de 2020 les escribieron el programa a Guillier.
Bueno, no sigo. Sinceramente recomiendo que lea el programa de Educación 2020 financiado por el BID que será, por lo visto, el programa que se impondrá gane quien gane. También deberían leerlo el Colegio de Profesores y otras organizaciones y comenzar desde ya a preparar una estrategia para intentar ser relevantes en este nuevo contexto de toma de decisiones en materia de educación. Un contexto en donde los gobiernos son cada vez menos relevantes y las redes de empresarios, académicos y Ongs financias con fondos asociados a los intereses del Global Education Reform Movement se apoderan de los espacios que antaño eran del Estado con estrategias muy eficaces. Se están construyendo alianzas que atentan contra el principio de simetría de poder que toda democracia justa debería proteger.
En Brasil van más avanzados que en Chile con esta estrategia que desmantela el poder del Estado para dárselo a lo que se denomina sociedad civil. Recomiendo la lectura de la excelente investigación sobre el clon de Educación 2020 en Brasil, Todos por la Educación. >Todos por la Educación? Libro escrito por Erika Moreira Martins.
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