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El currículo de la humillación: Liceo de Los Salesianos en La Serena discrimina y humilla estudiante por su corte de pelo

“Buenos cristianos y honestos ciudadanos” es el lema que muestra la página web de Salesianos La Serena, organismo sostenedor del establecimiento que negó la participación de uno de sus estudiantes en la licenciatura de cuarto medio. Un video llega a las redes sociales y varios medios de comunicación difunden la noticia. ¿Qué nos permite pensar este acto de humillación pública que sufre un estudiante? ¿Es legítimo que un establecimiento ejerza un control sobre la apariencia física de los estudiantes e imponga sanciones, incluso si éstas están descritas en el proyecto educativo? ¿Es legítimo que se le humille por no aceptar estas condiciones? Sin duda, quienes trabajamos en educación hemos visto actos similares que no llegan a los medios de comunicación pero que nos han golpeado muy fuerte.

Video en redes sociales

El padre del estudiante ha grabado un video y lo ha subido a las redes sociales. La difusión de esto no tardó en llegar a los medios de comunicación que han recogido la noticia.

Según el medio de comunicación 24 Horas., Espinoza llegó a la ceremonia con múltiples trenzas, por lo que le solicitaron que se rapara. “Llegué al colegio, entré y todos me quedaron mirando. Saludé a mis compañeros, estuvimos como cinco minutos hablando, hasta que el maestro me llamó y me dijo que yo no podía entrar así. Que me sacaba las trenzas en el momento y me cortaba el pelo y ahí podía entrar”, contó a 24 Horas.”Tras la negativa del joven, lo llevaron a inspectoría, donde otra profesora le entregó su licencia para que se retirara del recinto.Desde el colegio en cuestión no se han referido al hecho, mientras que el estudiante afectado pidió disculpas ya que se perdió la ceremonia. Por último, la familia descartó seguir con acciones legales por el caso”.

Puedes ver el video en Facebook este enlace: Enlace al Video.

Análisis en redes sociales del caso de humillación

Hemos publicado esta noticia en los espacios de la comunidad y ha sido motivo de diversas reflexiones de profesionales de la educación. Por ejemplo, H.A.M opina que “El sistema Educativo chileno está lleno de casos como estos, la cultura escolar es maltratante. Yo que trabajo en educación llevo años luchando contra esto, adultos con poder que no entienden de infancia y adolescencia, que se llenan la boca hablando de respeto y empatía, pero no la utilizan ellos, sin embargo se la exigen al/la niñ@ o adolescente. Competencias socio emocionales a toda las comunidades educativas con urgencia y directivos que utilicen bien su liderazgo urge en las escuelas”.

G.A tiene una opinión con un matiz diferente: “Cada establecimiento tiene su reglamento interno y el apoderado al momento de aceptar tiene que acatar, pero hay excepciones, la licenciatura es un momento único y este año es especial, podrían haber sido un poquito más humanos y haberse colocado en lugar de él y su familia, qué pena”. L.Ñ.S plantea que “En las escuelas públicas también existe esa restricción de mantener una presentación personal como ellos creen que es la correcta. Creo que no corresponde. El pelo como sea que lo tengan, los aros, los tatuajes no te dicen cuan exitoso serás en la vida”.

P.P. plantea que: “Muchos reglamentos internos son bien anacrónicos, conservadores en cuanto a presentación personal.y si el apoderado no está de acuerdo debe buscar otro colegio y eso está muy difícil. El.elegir.un colegio no se puede relacionar con cómo ellos necesitan que se vea un estudiante, la elección debe obedecer a su proyecto académico. Nos falta mucho aún.. seguimos pegados en el.siglo XIX”.

También encontramos opiniones que nos hacen pensar que aún permanece el currículo de la humillación en la cultura escolar y que legitiman la violencia y las sanciones simbólicas como forma de educar y desarrollar el control del cuerpo. Por ejemplo, M.J.C no manifiesta estar en desacuerdo: “¿En serio? Todos y todas sabemos que hay situaciones que ameritan otro tipo de vestimenta, no vas a pedir trabajo en short, no vas a una cena de gala en jeans y zapatillas, en todos los instructivos o invitaciones para eventos dice formal y esta no debe haber sido la excepción, ahora se llenan la boca con la palabra discriminación, si el no usa ese peinado por motivos étnicos, religiosos o de una cultura en específico no es discriminación. Ejemplo a las niñas Haitianas no se les hace problema por usar trenzas en ningún lugar ya que es parte de su cultura afroamericana. Lo de este niño es moda y ya está bueno de que hagan lo que quieran, hay cosas mínimas que deben respetar”.

J.A.V plantea que “mi pasado adolescente me condena en apariencia, pero sí considero que se debe respetar el protocolo de cada lugar. Si uno se compromete a pertenecer a una institución (empleado, funcionario, estudiante, socio, dirigente, etc.) es porque comparte la forma y esta dispuesto a cumplir con lo normado por esta institución”. S.F.V, en un grupo de profesionales de la educación, plantea que “En los colegios les dicen claritas las reglas cuando firmas estas obligado a cumplirlas si después te las saltas porque se te ocurrió hay que atenerse a las sanciones no más”.

El currículo de la humillación

Desde mi punto de vista, lo que hemos visto es una acción concreta que evidencia la permanencia del currículo de la humillación, que persiste en la cultura escolar del algunos establecimientos en Chile. ¿Qué es el currículo de la humillación? El currículo de la humillación puede definirse como los dispositivos, principios y representaciones que en la cultura escolar en general y en la práctica docente en particular se utilizan para ejercer un control intenso sobre los/las estudiantes, que se ejercen mediante una violencia simbólica y emocional, incluso física, en ocasiones. Mediante el ejercicio y movilización de estos dispositivos se intenta construir un perfil de sujeto, generalmente descrito en el proyecto educativo, un sujeto apto para el mundo del trabajo, un sujeto supuestamente normalizado. Esta normalización incluye, por supuesto, una sumisión irracional ante la autoridad, la construcción de identidades centradas en la heteronormatividad y también el control de los cuerpos de los estudiantes, es decir, cómo deben presentarse ante el mundo.

Creo que esta situación lamentable debe verse como una oportunidad para repensar y transformar la relación que construimos en la comunidad educativa, especialmente, la relación docente-estudiantes, establecimiento-familia. No podemos escudarnos en que el reglamento interno del establecimiento lo dice y usarlo como herramienta para imponer criterios ideológicos sobre la apariencia.

Comentarios

Miguel Stuardo Concha es profesor e investigador actualmente vinculado a la Universidad CY Cergy París, como director de la formación Licencia Profesional Trilingüe Comercio y desarrollo sustentable. Doctor en Educación y Máster en Calidad y Mejora de La Educación por La Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Profesor de Castellano y Comunicación y Licenciado en Educación en la Universidad de La Frontera, Chile. Investiga sobre mejora escolar, educación y justicia social, acogida de estudiantes migrantes, investigación libre y abierta y enseñanza del español como segunda lengua. ¿Te gustan las publicaciones de Miguel? Tal vez te interesa financiar su trabajo independiente con una microdonación y hacerlo sostenible. Donar via Mercadopago aquí -O- Donar via Paypal acá. https://orcid.org/0000-0003-2617-0035

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