El pasado viernes 11 de junio, el movimiento Evaluemos la Evaluación, organizó un conversatorio virtual con tres constituyentes docentes: Javier Fuchslocher Baeza (D-21), Jorge Abarca Riveros (D-1) y Paulina Valenzuela Río (D-14). El programa, conducido por el profesor Rodrigo Venegas, nos ha permitido conocer en más profundidad el pensamiento social y educativo de tres miembros electos de la Asamblea Constituyente. Resumimos algunas de sus ideas en esta entrada. El completo del video del evento puede verse en este enlace.
¿Un estado subsidiario?
Paulina Valenzuela Río: Definitivamente hay que cambiar ese apellido de un Estado Subsidiario. Creo que en esta nueva constitución debemos consagrar que el Estado sea responsable al cien por ciento de la educación pública. Nosotros los profes sabemos bien que la educación está bien dividida, repartida en este sistema actual: tenemos las escuelas municipales, las escuelas que pertenecen a los Servicios Locales, por una desmunicipalización que está en proceso, tenemos las escuelas particulares subvencionadas, las particulares pagadas y las corporaciones. Entonces tenemos una diversidad de educación que tiene distintas reglas para el trabajo docente. Hay planes y programas propios, la flexibilidad en la carga horaria de la jornada escolar completa no está bien determinada; es flexible, pero seguimos haciendo más lenguaje, más matemáticas. Entonces, además de los recursos económicos que es lo fundamental, pienso que el Estado debe destinar los recursos cien por ciento a la educación pública para ir mejorando pequeños detalles que van a hacer que la calidad de la educación pública se eleve. […] El profesor Claudio Vielma, con el que compartí lista, el ahora es director lleva ya muchos más años en educación, contaba que el sistema ha ido provocando segregación y que antes no era así. Incluso a todo nivel, incluso a nivel habitacional las comunas eran más inclusivas, él siempre ha sido de San Bernando y el compartió en su infancia en la etapa escolar con hijos de médicos, hijos de obreros, con hijos de militares y gente de la aviación, porque están ahí cerca, y el es hijo de un maestrancino de los trenes. Entonces era una educación mucho más integral e inclusiva.
Jorge Abarca Riveros: A mi me gustaría agregar que nuestro principal problema hoy día es que tenemos un estado subsidiario y la educación pasa a ser regulada por un mercado, por un mercado que no está regulado. Cuando tienes la educación en esa situación, de estar a expensas de un mercado que no está regulado, las inequidades, las desigualdades se generan en función de quién administra y quién toma las decisiones. Y lo peor de todo, es que este proceso que parte en el ochenta en adelante, va siendo cada vez más exacerbado por que los grupos de poder son los que definen las reglas del juego de la educación en Chile. Y cuando los grupos de poder son los que definen esas reglas, finalmente terminamos con un estado absolutamente ausente, sin ninguna capacidad de decisión y a expensas de los intereses que probablemente no sean los intereses de generar una educación de calidad para todos, y además, igualitaria. […] La palabra solidaridad está descartada de La Constitución del ochenta. […] Y ese concepto fue estirpado de la educación, somos todos competidores unos contra otros, y el concepto solidaridad no tiene significado en La Constitución del ochenta.
Javier Fuchslocher: Yo estoy totalmente de acuerdo con los colegas. Si nosotros observamos el sistema educacional actual y cómo están conformado, como lo describió Paulina, los establecimientos educacionales, tenemos un sistema que está reproduciendo desigualdad. Tenemos colegios A, donde se van a educar los gerentes y tenemos los otros colegios en donde se van a educar los mandos medios o aquellos que, por un efecto pigmalión negativo, no tienen más oportunidad que acceder a lo que el sistema le está dando. Entonces en sociedades tan desiguales como la nuestra la meritocracia se vuelve tóxica, y finalmente olvidamos que hay un factor educacional importante que te permite validarte dentro de una meritocracia simbólica y te permite también discriminarte porque no tienes las competencias que te permitan desenvolverte dentro del mundo actual. […] Cuando hablamos de que la educación es importante, hablamos de que es un factor habilitante para el ejercicio de los derechos, y lo que nosotros tenemos que propender en la nueva constitución, que todos vamos a trabajar, es justamente que la educación se un elemento transversal a toda la discusión constitucional y que efectivamente todos los establecimientos, independientemente de su categoría, entreguen el mejor servicio a los niños y niñas adolescentes que allí se educan.
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