Políticos y académicos han transformado el SIMCE en un instrumento que contribuye a empobrecer la educación motivando malas prácticas. Las presiones de las políticas oficiales de uso de resultados y el autoritarismo de sostenedores (dueño de la escuela), directores y equipos directivos hace muy difícil que los profesionales de la educación podamos criticar estas malas prácticas, mejorar las escuelas y contribuir a una educación integral, respetuosa del bienestar, compleja y desafiante. Nos presionan a entrenar estudiantes con ensayos o talleres SIMCE hasta el aburrimiento. ¿Nos ayudas a acabar con la locura? Simplemente pídele a tu hijo, hija, hermano o hermana o compañeros/compañera de curso que anule el SIMCE a través de diferentes formas de participación. La campaña estará funcionando durante dos semanas hasta el 12 de noviembre:
*Compartiendo contenidos e investigaciones que visibilizan las malas prácticas que motiva el SIMCE. Puedes hacerlo en redes sociales por mail y Whatsapp. Es una gran oportunidad para promover la reflexión y visibilizar los efectos nocivos que desencadena el SIMCE en escuelas y liceos.
*Expresando tu opinión y compartiendo tus propias ideas sobre el SIMCE con los hashtag #SIMCE #SIMCE2017 o #YoAnuloElSIMCE en Facebook o Twitter. Le daremos retuit desde las cuentas de la comunidad.
*Dando retuit o compartiendo lo que publican otros activistas. Cada retuit o acción de compartir es importante y ayuda a que las ideas y malas prácticas sean visibibles.
*No asistiendo a dar la prueba.
*Asistiendo y anulando las respuestas marcando dos o más alternativas en todas las preguntas.
Participar es seguro y no tiene consecuencias legales para ti. Es una forma legítima de protesta ciudadana y contribuirá a ayudar a los profesionales de la educación a solicitar cambiar la medición SIMCE por una evaluación justa. Nos merecemos una evaluación justa y respetuosa del bienestar de profesionales y estudiantes. Ayúdanos a liberar las escuelas y liceos del SIMCE y a proponer una evaluación justa.
¿Por qué los/las profes no hacen nada?
Los profesores tenemos miedo a perder nuestro trabajo. Si somos críticos con nuestro jefes (directivos, sostenedores) corremos el riesgo de no ser renovados o despedidos porque nuestro contratos de trabajo no nos protegen. Muchos tenemos familias y deudas y no nos lo podemos permitir. Sin embargo, creemos que la locura de las presiones, premios y castigos asociados al SIMCE deben terminar porque dañan el bienestar de los profesionales y de los estudiantes, destruyen la educación integral y y promueve el reduccionismo de los aprendizajes en un mundo que requiere aprendizajes complejos. Pero las autoridades políticas y académicas se niegan: en 2014 se reunió una comisión presidida por académicos pro-SIMCE y no se hizo ningún cambio relevante para desincentivar las malas prácticas de entrenamiento, aburrimiento, empobrecimiento curricular y presiones o premios a estudiantes. Según ellos los resultados son necesarios para mejorar la educación, para que los padres elijan la mejor escuela para sus hijos y para fundamentar políticas educativas. Pero el principal uso que se les da es para publicarlo en medios de comunicación, los cuales hacen rankings para bobos y bobas comparando escuelas; también se utilizan para clasificar escuelas, para hacerlas competir por los recursos y algunos académicos los utilizan también para publicarlos en sus propias investigaciones con las cuales promocionan sus carreras académicas. Ya llevamos más de 25 años de SIMCE y, por ejemplo, ni siquiera se ha reducido algo tan básico como el máximo legal de 45!! estudiantes por aula.
La locura continuará si nadie cambia nada
Nuevos datos de la web mercado público muestran como el SIMCE sigue desfigurando la escuela o liceo. Se ha convertido en la meta de los establecimientos, el asesoramiento y los docentes. No importa cómo se siente el estudiante, solo importa que dé buen SIMCE. ¿Por qué sucede esto? Por que las presiones y el carácter público de los resultados han convertido al SIMCE en herramienta de publicidad de las escuelas. En este contexto algunos sostenedores y directivos creen que si tienen buen puntaje SIMCE tendrán más matrícula y en consecuencia ingresará más dinero a la escuela por concepto de subvención. Además la Agencia del SIMCE amenaza con cerrar la escuelas y utiliza el puntaje para clasificarlas, premiarlas o castigarlas.
Roba el placer de aprender y caricaturiza la complejidad
Nuevas evidencias confirman que incentiva la reducción de horas de asignaturas no evaluadas por esta prueba en algunas escuelas y liceos (Música, Artes, Educación Física, Tecnología, Religión, por ejemplo), asignaturas de gran importancia para el desarrollo personal, estético, espiritual y emocional de las personas. Las nuevas evidencias solicitadas por ley de transparencia sugieren que las presiones son tan altas que algunas escuelas también hacen trampa para elevar resultados, solicitando que no participen los estudiantes con dificultades. Es una locura. Necesitamos tu ayuda para comenzar a desactivar esta maquinaria de control social sobre estudiantes, profesionales y apoderados que disminuye el bienestar de los estudiantes y simplifica sus aprendizajes. ¿Te sumas?
¿Nos ayudas a acabar con la locura? Simplemente pídele a tu hijo, hija, hermano o hermana o compañeros/compañera de curso que anule los resultados de su prueba marcando dos o más alternativas en todas las preguntas. Es seguro y no tiene consecuencias legales para ti y lo puedes hacer en secreto. Es una forma legítima de protesta y de ayudar a los profesionales de la educación a solicitar cambiar el SIMCE. Nos merecemos una evaluación justa y respetuosa del bienestar de profesionales y estudiantes. Ayúdanos a liberar las escuelas y liceos del SIMCE.
*Puedes tambien usar la imagen de la campaña y ponerla como foto de perfil.
*Puede enviar un Whatsapp al grupo del colegio con esta información.
*Participa en el debate en Twitter con el hashtag #YoAnuloElSimce #SIMCE o #SIMCE2017
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