Opinión, análisis e Investigación

El programa de marketing político de #TodosAlAula incluye a las/los docentes SOLO de forma retórica

todos-al-aula-educacion-programa

Todos al Aula, de Sebastián Piñera, parece más un acto de marketing político que una política seria de mejora. No está sustentada en una visión potente de transformación social a través de la educación. Será un cambio superficial, según interpretamos las palabras de Mariana Aylwin, encargada de coordinar la mesa. Además se incluye a las/los docentes solo de forma retórica. Y hay razones de peso que confirman esto: por ejemplo, la supuesta investigación de educación 2020 que el presidente llamó “la biblia”, es una encuesta no representativa que solo consideró la voz de directivos y sostenedores. El programa de candidatura presidencial del empresario no mencionó medidas que considerasen a las/los docentes. La campaña de marketing incluye a las/los docentes solo de forma retórica: reproduce la cultura del desempoderamiento docente, cultura que no les considera interlocutores válidos en los espacios de toma de decisiones de macro o micro política. ¿Hasta cuándo?

Todos al aula incluye a las/los docentes de forma retórica

Es feo dejar a las/los protagonistas de la educación fuera de los espacios de toma de decisiones, pero en Chile se hace. Para no quedar mal se incluye a las/los docentes de forma retórica. Incluso se les puede sentar a la mesa, sin embargo, al no existir mecanismos formales ni metodologías vinculantes, sentarse a la mesa se transforma en una escenificación sin consecuencias. El presidente mencionó a las/los docentes en la presentación y también mencionó un documento generado por educación 2020 y le llamó “la biblia” de la desburocratización, ver tuit adjunto. Sin embargo, al analizar la documentación aludida y escuchar a Mariana Aylwin descubrimos que esta inclusión de los docentes es solo retórica, pues el plan tiene objetivos muy concretos: liberar de papeleo y trámites a sostenedores y directivos para convertirles en la moda académica de ser “líderes pedagógicos”. Estos líderes pedagógicos necesitan tiempo para, por ejemplo, entrar en las aulas a observar docentes. Así de simple, eso es lo que está en el fondo de Todos [los directivos] al Aula.

Como creo que es clave desconfiar de las autoridades chilenas, que han dado muestras claras de imponer sus propias agendas sin considerar a las/los profesionales, dediqué un tiempo a mirar el documento que sustenta el plan de liberación de tiempos y papeleo a directivos y sostenedores. ¿Qué nos encontramos? Se trata de una encuesta no representativa en la que solo participaron directivos y sostenedores y otros actores estratégicos (¿?). Ver imagen, una captura de pantalla del estudio de la organización privada y financiada por empresarios Educación 2020. No me estoy inventando nada. El programa de marketing todos al aula, que busca desburocratizar y liberar a sostenedores y directivos de trámites y papeleos, se sustenta en un pequeño estudio que no considera la voz de las/los docentes.

 

He seguido la discusión en Twitter en el hashtag #TodosAlAula y encontré opiniones de sentido común que también denuncian la exclusión del profesorado. Por ejemplo, el académico Héctor Opazo nos recuerda que hay docentes de acreditada calidad, que han obtenido altos puntajes en evaluaciones y exámenes, que no son invitadas. Este académico plantea en el tuit: “El programa de Asignación de Excelencia Pedagógica (AEP) indica que existen 1723 docentes (73% mujeres) que acreditan un desempeño profesional, conocimientos, habilidades y competencias de “excelencia”. ¿Cuál es la participación de estos colegas en #TodosAlAula ?

Estas y otras cuestiones confirman lo que ya advertíamos en la campaña presidencial a partir de la lectura del programa presidencial del empresario. Las/los docentes no le importan. La agenda conservadora que propone solo considera la perspectiva y voz de directivos y sostenedores, que entronca con la política del gobierno anterior de liderazgo escolar solo para directivos y jefes. Interpretamos que al piñerismo educativo le subyace un modelo autoritarista de gestión escolar, muy popular en el mundo privado-empresarial. Su gobierno buscará que el Estado actúe como árbitro neutral, en lugar de priorizar la educación pública y una toma de decisiones democrática. Es el modelo de la escuela-fábrica-empresa y la visión de la educación como mercancía (que conlleva distintas calidades en función de la capacidad de pago), modelo que sí sintoniza con la ideología de los empresarios, los sostenedores y abogados de empresas que conforman el Ministerio de Educación.

La marginación de las/los docentes: la cultura de autoritarismo y desempoderamiento docente en Chile

Pero la marginación de las/los docentes de la toma de decisiones de macro o la micropolítica no es una cuestión de izquierda o derechas ni un problema propio del piñerismo educativo. Es parte de la cultura de desempoderamiento docente post-dictadura. De hecho, la ley chilena y el modelo liceo-fábrica-empresa es tan pro-sostenedor y pro-directivo que introduce explícitamente una fórmula legal para que la decisiones micropolíticas, en la práctica, la tomen sostenedores y directivos en sus oficinas: por ejemplo,  la Ley 19.070 el Estatuto Docente en el Párrafo IV sobre Participación, solo plantea como deber de directivos  informar y consultar (en forma no vinculante) con los docentes:

Párrafo IV
Participación

Artículo 14: Los profesionales de la educación tendrán derecho a participar, con carácter consultivo, en el diagnóstico, planeamiento, ejecución y evaluación de las actividades de la unidad educativa correspondiente y de las relaciones de ésta con la comunidad. Los docentes tendrán derecho a ser consultados por el Director en la evaluación del desempeño de su función y la de todo el equipo directivo, así como en las propuestas que hará al sostenedor para mejorar el funcionamiento del establecimiento educacional. De la misma manera tendrán derecho a ser consultados en los procesos de proposición de políticas educacionales en los distintos niveles del sistema.

Artículo 15: En los establecimientos educacionales habrá Consejos de Profesores u organismos equivalentes de carácter consultivo, integrados por personal docente directivo, técnico-pedagógico y docente. Estos serán organismos técnicos en los que se expresará la opinión profesional de sus integrantes. Los Consejos de Profesores deberán reunirse a lo menos una vez al mes, y sus reflexiones y propuestas quedarán registradas en un acta numerada de sus sesiones. Los Consejos de Profesores participarán en la elaboración de la cuenta pública del Director, y en la evaluación de su gestión, de la del equipo directivo y de todo el establecimiento. Sin embargo, los Consejos de Profesores podrán tener carácter resolutivo en materias técnico-pedagógicas, en conformidad al proyecto educativo del establecimiento y su reglamento interno. Al mismo tiempo, en los Consejos de Profesores u organismos equivalentes se encauzará la participación de los profesionales en el cumplimiento de los objetivos y programas educacionales de alcance nacional o comunal y en el desarrollo del proyecto educativo del establecimiento. Los profesores podrán ser invitados a las reuniones de los Centros de Cursos y Centros de Padres y Apoderados, cualquiera sea su denominación.

La única excepción es que el el proyecto educativo del establecimiento haga explícita otra forma vinculante de toma de decisiones, lo cual es raro. En la práctica esto significa que no hay ninguna obligación de implementar procesos formales vinculantes de toma de decisiones que consideren a las/los docentes, quedando a criterio del sostenedor o director de turno. Es un modelo de toma de decisiones jerarquizado, como en la empresas, y no una toma de decisiones democrática, como desde mi punto de vista es el ideal en los establecimientos educativos dado que son espacios pluriversales en donde confluyen diversos intereses. Trato este tema del desempoderamiento y el autoritarismo con un poco más de profundidad en mi tesis doctoral y en una comunicación en congreso derivada que se titula Malas prácticas en los centros educativos en Chile: indicios de una micropolítica dictatorial institucionalizada. 

¿Eliminar papeles y trámites que según directivos y sostenedores son molestos requiere tanta parafernalia? Casi todo el mundo está de acuerdo, hágalo. Pero es un cambio superficial. Ojalá las nuevas generaciones podamos transformar el núcleo duro de roer y avanzar en una agenda de equilibrio de poder y calidad de la democracia en Chile y en la escuela. El reconocimiento en serio de la docencia no es dar un premio por año a un docente, como hace Elige Educar y el empresario Sunny Varkey. Reconocerles requiere considerarles como interlocutores legítimos, en igualdad de estatus, en espacios de toma de decisiones educativas vinculantes, en cuestiones de macro y micro política.

Comentarios

Miguel Stuardo Concha es profesor e investigador actualmente vinculado a la Universidad CY Cergy París, como director de la formación Licencia Profesional Trilingüe Comercio y desarrollo sustentable. Doctor en Educación y Máster en Calidad y Mejora de La Educación por La Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Profesor de Castellano y Comunicación y Licenciado en Educación en la Universidad de La Frontera, Chile. Investiga sobre mejora escolar, educación y justicia social, acogida de estudiantes migrantes, investigación libre y abierta y enseñanza del español como segunda lengua. ¿Te gustan las publicaciones de Miguel? Tal vez te interesa financiar su trabajo independiente con una microdonación y hacerlo sostenible. Donar via Mercadopago aquí -O- Donar via Paypal acá. https://orcid.org/0000-0003-2617-0035

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.