Según datos del Mineduc del año 2015, de los 224.236 docentes en activo en Chile en los establecimientos educacionales, 163.187 son mujeres y 61.049 hombres. Sin embargo, según el reconocimiento competitivo Global Teacher Prize Chile [lógica de reconocimiento con la que no estoy de acuerdo, perfectamente puede hacerse de otra manera sin ganadores ni perdedoras, ni fomentando el individualismo docente] “los mejores profesores de Chile” son hombres.
En las dos ediciones de este reconocimiento privado en Chile, 2016 y 2017, los ganadores han sido hombres. El problema también tiene la arista de sobre representación masculina en la composición del Jurado 2017, compuesto por una mayoría de hombres. [Jurado 2017 en la fotografía destacada en esta publicación] ¿Cómo interpretar la decisión consecutiva (2016 y 2017) de reconocer como “ganadores” solo a docentes hombres? Desde mi punto de vista se trata de un concurso competitivo que ya demuestra un sesgo machista injustificable. Con esto se envía un falso mensaje de superioridad masculina a la opinión pública. El problema de fondo es que las profesionales mujeres demuestran ser mejores en su trabajo, pero no se les reconoce a causa de los valores patriarcales que están operando en los sistemas de reconocimiento. Este problema de sesgo intencional machista no es exclusivo de la docencia, sino también en otras ámbitos como el reconocimiento en las ciencias o en el canon de la literatura de ficción. Por otra parte, además de sus tareas profesionales, las docente deben lidiar con una legislación desfavorable en materia de conciliación laboral de la maternidad y paternidad que las pone en desventaja frente a sus pares hombres al momento de ser contratadas. Sin duda implementar un principio de igualdad numérica entre hombres y mujeres en la composición del jurado o un principio de representación en la composición del jurado en función de la composición del profesorado (mayoría de mujeres) podrían mitigar este grave sego. Y también haría falta implementar criterios para tomar decisiones más transparentes y orientados explicitamente a eliminar el evidente sesgo machista en el reconocimiento.
El problema del sesgo machista en el reconocimiento de la labor docente en la versión chilena contrasta totalmente con la versión internacional de la competición, en donde en las tres ediciones, el 100 por ciento de las premiadas han sido mujeres. Aunque la lógica competitiva y neoliberalizadora del concurso pervierte la buena intención que puede existir en reconocer a las/los docentes.
Si vemos el asunto desde otra perspectiva tal vez sea mejor así. Considerando que el Global Teacher Prize Chile y su versión global parece ser una estrategia de neoliberalización filantrópica, que utiliza las historias de vida e identidades docentes para promover valores neoliberales de la educación y promocionar edunegocios: competitividad personal, trabajo centrado individual y la visión del docente como héroe. Por otra parte, esta estrategia de concurso competitivo revaloriza las identidades de los docentes en los medios de comunicación, presentándoles como “los mejores de Chile”, y luego son utilizados por los medios de comunicación y las organizaciones como líderes de opinión y agentes de movilización de ideas (ver por ejemplo el uso que los medios hacen de los anteriores finalistas y anterior ganador). Por ejemplo, algunos nominados y ganadores de años anteriores son invitados a eventos de promoción de productos y servicios relacionados con los edunegocios, y son nombrados como “embajadores de la organización privada Fundación Varkey”. Esta organización es la financia el Global Teacher Prize con dinero proveniente de la venta de educación privada, vinculada al empresario de la educación Sunny Varkey. En este marco de uso neoliberalizador de las historias de vida e identidad profesional de los docentes, tal vez sea mejor que no se use a las colegas mujeres para esta estrategia de neoliberalizacion. O mejor aún, es probable que las docentes tengan un pensamiento crítico y conciencia política más desarrollado que sus pares hombres y hayan decidido no participar.
El problema del machismo, sexismo y patriarcado es importantísimo para quienes nos interesa construir un sistema educativo más justo. Hay situaciones injustas que las docentes deben enfrentar cada día en esta profesión que se hacen visibles por ejemplo, durante las entrevistas de trabajo,como el caso en la discriminación laboral por estar en edad fértil debido a la que visibilizamos en una publicación anterior.
¿Te interesa profundizar sobre este problema de justicia social en el ámbito de la docencia y la organización escolar? Recomiendo la lectura del libro “El harén pedagógico: Perspectiva de género en la organización escolar”, puedes leer algunas secciones en Google Books acá. Y dentro de este libro, recomiendo la lectura del capítulo “La transmisión de modelos sexistas en la escuela”, escrito por Emilia Moreno.
Participa en el debate comentando. ¿En tu opinión existe sesgo machista en la versión chilena del concurso competitivo privado?
2 comentarios en «El inaceptable sesgo machista del Global Teacher Prize Chile #GTPChile2017»
No existe peor forma de educar que llevar al ámbito docente la güera de sexos.. La lógica de premiar a los mejores no es indiferente a esta pelea Feminista de descontruccion social.
Además plantear que existen una lógica perversa tras la metodología de premiar a los mejores demuestra la tolerancia a lo mediocre y solo beneficia la mala calidad que hoy repleta las salas de clases.
A un ganador se le felicita
Gracias por comentar Santiago. La entrada busca visibilizar el sesgo machista del premio. No hemos puesto el foco en el ganador, que ya lo hacen todos los medios oficiales del concurso y lo seguirán haciendo durante todo el año. Queremos poner el foco en el problema del reconocimiento a la labor de las docentes, evidente en la composición del jurado y en la construcción mediática de una “superioridad masculina” por parte de este concurso. Un saludo.