Opinión, análisis e Investigación

¿Crisis migratoria o crisis de la acogida? Ecosistemas de acogida para la inclusión social, educativa y económica

Iquique ha aparecido recientemente en los medios por la quema de pertenencias de familias migrantes (El Mostrador). Una situación de violencia social grave que nos permite pensar que estamos ante una crisis de la acogida y que algo podemos hacer desde la sociedad de recepción, las escuelas y liceos. La movilidad migratoria en Chile y el mundo es un desafío que será permanente: ¿Cómo abordarlo? ¿Con las recetas del miedo que ya llevan aplicándose? ¿Bloqueando, restringiendo, castigando, dividiendo, obteniendo réditos electorales a corto plazo? ¿Construyendo políticas de sufrimiento y dolor para “castigar” al migrante y desincentivar la migración? ¡¡Claro que no!! Cambiar el enfoque e invertir en ecosistemas de acogida para la inclusión social, educativa y económica es un mejor camino.

La primera cuestión que nos preocupa es la vía de afrontar el problema que están afrontando muchos países: ilegalización de las personas que cambian de país, restricciones burocráticas a la instalación, facilitación de la expulsión y endurecimiento de los requisitos para solicitar el asilo. Todas políticas que ponen en situación de vulnerabilidad cuando se cruza una frontera. La vía de la punición del migrante no ha logrado detener los flujos migratorios en ningún lugar del mundo. EEUU y Europa, ha pesar de endurecer sus políticas de acogida y sus restricciones a los migrantes en las últimas décadas, no logran impedir que bajen los flujos. Estas políticas de punición del migrante están creando nuevas desigualdades sociales y sufrimiento en todo el mundo. ¿No será hora de replantear la situación, innovar y cambiar el enfoque político?

Garantizar el derecho a la movilidad

Si bien el discurso político y de los medios plantea que estamos ante una crisis migratoria, poniendo el foco en los migrantes como problema, desde nuestro punto de vista estamos ante una crisis de la acogida. Los sistemas políticos democráticos y nacionalistas están fallando en garantizar el derecho a la movilidad, un derecho que en un mundo de impredecibles cambios climáticos, políticos y sociales acelerados es indispensable respetar porque salva vidas.

En este marco, consideramos aceptar que la movilidad es un derecho humano, que puede ser utilizado por cualquier ciudadano en algunos momentos de su vida (catástrofes climáticas,  nucleares, guerras, colapsos económicos, terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, incendios forestales, cierres de explotaciones mineras o fábricas, etc.). Por ello, creemos que el foco, para avanzar en bienestar en un mundo que protege el derecho a la movilidad, habría de estar en construir ecosistemas de acogida potentes.

Construir un ecosistema de acogida potente, con mirada a mediano y largo plazo, que nos permita incluir(nos) social y económicamente a quienes nos movemos es el único camino que construirá bienestar y riqueza para Chile y las personas que migran. Un ecosistema de acogida es un contrato social inteligente en tanto quienes se mueven y quienes acogen obtienen algo positivo a cambio. Representar a los migrantes como seres deficitarios que no tienen nada que aportar es un error que dificulta conocerles.

¡Los seres humanos tenemos derecho a la movilidad!

En las escuelas y liceos siempre podemos hacer algo para acoger mejor y servir de enlaces entre el recién llegado y la comunidad que los recibe: construir planes y protocolos de acogida para sistematizar nuestros aprendizajes en la materia; llevar a cabo acciones de apoyo académico y tejer afectos; vincularnos con el barrio, las instituciones del Estado y las asociaciones locales puede ser un gran aporte. Por otra parte, la integración de los nuevos saberes que aportan los recién llegados en el currículo permite construir espacios de aprendizaje y reconocimiento sin parangón por su riqueza cultural. Por supuesto, el trabajo de una educación anti-xenofóbica explícita, inclusiva e intercultural que nos permita ser sensibles a las increíbles posibilidades de enriquecimiento de la inclusión resulta primordial.

Comentarios

Miguel Stuardo Concha es profesor e investigador actualmente vinculado a la Universidad CY Cergy París, como director de la formación Licencia Profesional Trilingüe Comercio y desarrollo sustentable. Doctor en Educación y Máster en Calidad y Mejora de La Educación por La Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Profesor de Castellano y Comunicación y Licenciado en Educación en la Universidad de La Frontera, Chile. Investiga sobre mejora escolar, educación y justicia social, acogida de estudiantes migrantes, investigación libre y abierta y enseñanza del español como segunda lengua. ¿Te gustan las publicaciones de Miguel? Tal vez te interesa financiar su trabajo independiente con una microdonación y hacerlo sostenible. Donar via Mercadopago aquí -O- Donar via Paypal acá. https://orcid.org/0000-0003-2617-0035

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