El Centro de Estudios Públicos (CEP) fue fundado en 1980 con autorización de la dictadura cívico militar. A finales de 2017 estuvo en la polémica a causa del escandaloso error de la última encuesta “mentirosa” sobre las elecciones presidenciales. En la actualidad es una fundación privada financiada con donaciones de empresas, de carácter académico y dedicada defender la ideología liberal desde la investigación. En materia de educación sus miembros han participado en instancias y foros claves: por ejemplo, en el Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación 2006, el Panel de “Expertos” para una educación de Calidad y en la Comisión Revisora SIMCE 2003 y Comisión revisora SIMCE del 2014. También su director Harald Beyer y director del CEP fue Ministro de Educación del primer gobierno de Sebastián Piñera. Una de sus estrategias más visibles es el direccionamiento de la opinión pública desde los medios de comunicación conservadores mediante columnas de opinión o participación en tertulias políticas televisivas.
Esta información es un producto del proyecto de investigación libre y abierto Mapeo colectivo de organizaciones que influyen en educación en Chile. Participa tú también como investigador. Inscríbete en la lista de correos del proyecto enviando un email a escuelasjusticiasocial@gmail.com
Algunas de sus últimas ideas en materia de Educación son la defensa del modelo segregador de educación pública Liceos Bicentenario, condena a la gratuidad universitaria, aprueban el nuevo sistema de admisión de la ley de Inclusión pero sugieren mejorar sus ineficiencias y defienden la ideología de la educación como mercancía, en el marco de un mercado mixto regulado por el Estado. Sobre el SIMCE ya en 1999 sus investigadoras Bárbara Eyzaguirre y Loreto Fontaine llamaban a cambiar esta prueba para que “permita discriminar entre las escuelas” y “que organismos independientes del Estado se encarguen de la prueba” (Eyzaguirre y Fontaine, 1999, p. 108) ideas que finalmente se pusieron en práctica años más tarde con la creación de la Agencia del Simce, conocida oficialmente como la Agencia de Calidad de la Educación, con el fallido intento de semaforización y el actual sistema de categorización de escuelas.
Ilustres defensores de la educación como mercancía están vinculados al Centro de Estudios Públicos. Puede visualizar la red en este enlace. Puede ver la cartilla de resumen de datos, en construcción, en este enlace. Según nuestro análisis de redes en proceso, a través de la participación de sus miembros tienen vínculos con Sebastián Piñera, Fundación Astoreca, Fundación Futuro, Enseña Chile, Fundación Chile y universidades privadas. También aparecen documentos que registran colaboraciones con Educación 2020.
Según su estado financiero 2016 contaba con más 2.000.000 millones en activos. En cuanto al financiamiento, comparten mecenas empresarios, como ya es habitual en la plutocracia chilena, con otras organizaciones que influyen las políticas en Educación: Mineras, Bancos, Empresas ligadas al sector forestal, compañías de telecomunicaciones entre otras.
¿Qué piensan algun@s miembros del Centro de Estudios Públicos?
Reunimos algunas ideas de los miembros del CEP vinculados a la educación disponibles en la web.
Sylvia Eyzaguirre
Sylvia Eyzaguirre participó en la campaña electoral de Sebastian Piñera. Probablemente tendrá un rol relevante en su gobierno.
¿Por qué los padres han abandonado los colegios municipales?
La calidad no importa
“Pero, ¿por qué en salud somos tan exigentes y con educación no? Al menos así parece con las actuales autoridades de gobierno, que han anunciado enviar un proyecto de ley para evitar el cierre de colegios de pésima calidad. ¿Acaso un colegio que no desarrolla habilidades básicas en sus estudiantes, como leer, escribir, sumar, multiplicar, entre otras, no está matando las oportunidades de vida de estos niños y jóvenes? ¿Qué señal política reciben los sostenedores, si entregar un servicio de pésima calidad no tiene ninguna consecuencia?
Se podría argumentar que la sanción de cierre del colegio es muy dramática y, por lo tanto, se debe hacer un especial esfuerzo para apoyar a estos colegios a que salgan adelante. Sin duda que una de las principales tareas del Ministerio de Educación debe ser el apoyo y acompañamiento a los establecimientos escolares para su mejora continua. El cierre de un colegio es una decisión extrema y sólo debe tomarse en casos que lo ameriten. Pero precisamente de eso estamos hablando. ¿No es acaso un plazo de cuatro años razonable para que un colegio demuestre progreso? ¿Cuántos niños serán perjudicados, si permitimos a un colegio de pésima calidad impartir educación durante 10 años sin que haya mostrado ninguna mejora en este tiempo?
Si de verdad consideramos la educación como un derecho y anhelamos igualdad de oportunidades, entonces el Estado debe velar por resguardar un estándar de calidad, como de hecho lo hacen los países que financian con arcas fiscales educación privada.” (Fuente: https://www.cepchile.cl/la-calidad-no-importa/cep/2017-10-10/100206.html).
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Harald Beyer
Ex Ministro de Educación del primer gobierno de Piñera. Fue distituido. Deja el CEP y será rector de la Universidad Adolfo Ibañez.
¿Qué hacer con la educación pública?
“[…] no ataca el problema de fondo de la educación estatal: la falta de capacidades de los establecimientos para tener una educación efectiva. Porque ese problema de fondo no se relaciona con el hecho específico de que la educación esté en manos de los municipios. Esta característica se comparte, por ejemplo, con Finlandia, país que es ampliamente citado en nuestro medio como un modelo de educación pública. En Chile ocurre que tenemos una educación desconcentrada pero no descentralizada. Para que esto último suceda los establecimientos tienen que estar dotados de los equipos directivos, cuerpos docentes, de los recursos pedagógicos, de los estímulos y apoyos adecuados para lograr una educación efectiva.
El Estado central no ha podido o no ha querido avanzar en esa dirección.”
“No es evidente cómo el proyecto de ley de educación pública puede contribuir a resolver los problemas de calidad de la educación chilena y, en particular, los de la educación estatal. La descentralización de la educación chilena no se ha concretado de manera efectiva porque los establecimientos educativos estatales en la práctica no están empoderados, carecen de autonomía y están exentos de la obligación de rendir cuentas, que es la contrapartida del empoderamiento. En estas circunstancias difícilmente pueden sentirse responsables de los desempeños de sus establecimientos, instalándose, salvo excepciones valiosas, una cultura que no pone demasiada atención en los aprendizajes de los estudiantes y que los responsabiliza a ellos o a sus situaciones familiares de los pobres desempeños de los establecimientos. El proyecto de ley de fortalecimiento de la educación pública hace poco para remediar esta situación”
(Fuente: https://www.cepchile.cl/que-hacer-con-la-educacion-publica/cep/2016-03-04/094940.html)
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Referencias