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Las polémicas propuestas de Educación 2020 que sugieren conservar elementos claves del neoliberalismo educativo en Chile #EducaciónAlaConstitución

Los resultados de las elecciones para los constituyentes de la asamblea nos permiten soñar con la posibilidad de reescribir y corregir en forma profunda, o quizás borrar del todo,  la constitución que impusieron los militares, los civiles de la extrema derecha de la UDI y otros partidos bajo la fuerza de las armas. Una constitución que hizo parecer normal un conjunto de aberraciones en la organización del sistema escolar, como la estandarización, la entrega de colegios a congregaciones religiosas que adoctrinan bajo el principio de libre enseñanza, el sobre-empoderamiento de directores-sostenedores, el desempoderamiento de los equipos docentes y el menoscabo de sus derechos laborales,  entre otros. Es la oportunidad de cambiar eso que nos impide transformarnos y educar con bienestar. Desde este deseo transformador, resulta increíble leer algunas propuestas de Educación 2020 (puede leerlas aquí), para nada en sintonía con el deseo refundador que está detrás del estallido social incubado por las escandalosas injusticias sociales del modelo chileno. No debemos olvidar que el estallido comenzó a través de un desafío público de las reglas del sistema por estudiantes, que se evadieron de clases y luego evadieron el metro, descontentos con el sistema social y escolar y que sostuvieron la protesta también en marzo de 2020 hasta que la llegada del COVID se los impidió.

Es importante analizar las propuestas de Educación 2020 y criticarlas porque esta organización, vinculada ideológicamente a la concertación y a los partidos tradicionales (que tuvo de directora ejecutiva a Adriana del Piano, vinculada al PPD y ministra en los gobiernos de Frei, Lagos y Bachelet), se ha puesto entre ceja y ceja empujar estas medidas hasta que lleguen a la constitución.

Cronología del estallido social

Análisis de las propuestas conservadoras de educación 2020

En la web Jorge Ibañez, sub director de Política Educativa de Educación 2020, dice que las 10 propuestas son “el piso mínimo que permitirá sentar las bases para que el derecho a la educación se ponga al servicio de la construcción de un mejor país, sustentable, inclusivo, democrático y equitativo. Busca poner en valor y relevar la posición de la educación en la Constitución, porque estamos convencidos de que es uno de los pilares fundamentales de la sociedad”. Se trata de palabras atractivas pero al no ser desarrolladas se vacían de sentido. Por ejemplo, ¿Qué quiere decir un país sustentable? ¿Un país que continuará en el camino del desarrollo y crecimiento sustentable, una vía de acomodo del neoliberalismo para mantener los procesos extractivos y los niveles de consumo generando la ilusión de que responde a la profunda crítica construida desde el pensamiento ecologista y desde el pensamiento del decrecimiento? En este sentido, desde mi punto de vista antes de ponerse de acuerdo en algunos principios educativos para la constitución hay que consensuar una forma de sociedad, pues esto dota de contenido y de cierta direccionalidad a un sistema de educación pública. La primera dificultad en el proceso será esta, pues a mi modo de ver, constituyentes independientes, ONGs y partidos no comparten un mismo diagnóstico, no tienen los mismos intereses, incluso algunos son contrapuestos.

La relación del Estado con los privados y su participación en la educación no se problematiza

El conservadurismo de Educación 2020 se torna peligroso cuando analizamos algunos detalles de sus propuestas. Si bien hablan del derecho a la educación y gratuidad incluyendo la educación superior,  se abre la puerta al continuismo de la participación de privados de todo tipo con subvención pública, uno de los factores en la base de la desigualdad educativa y del mal financiamiento de los establecimientos educativos. En el principio 4, declaran que “El Estado debe garantizar una educación integral de calidad, inclusiva y equitativa, en establecimientos públicos y privados, como un derecho social fundamental e irrenunciable, para cada habitante del país. Este derecho debe ser exigible y protegido en caso de verse vulnerado” (Fuente).

No hay un cuestionamiento a la libertad de enseñanza que permite abrir proyectos educativos adoctrinadores

Actualmente, la libertad de enseñanza opera como una garantía para los sostenedores y establecimientos privados que les permite crear proyectos educativos vinculados a congregaciones religiosas con dineros públicos. En este sentido, educación 2020 no parece mostrar un cuestionamiento y defiende el mantenimiento de este principio. En su propuesta declara: “La libertad de enseñanza debe contribuir a la diversidad y el pluralismo del sistema educativo, en el marco del resguardo del derecho a la educación y de la construcción de una sociedad inclusiva y equitativa”. ¿Bajo el principio de libertad de enseñanza es posible abrir, por ejemplo, escuelas con proyecto educativo militar que adoctrinan estudiantes? ¿O, por ejemplo, se dará continuidad a los mega sostenedores privados de congregaciones religiosas que utilizan el dinero público para expandir y reproducir sus creencias religiosas?

Y lo que no se dice

Hay muchos problemas que se pueden hacer desaparecer con algunos principios constitucionales garantistas, pero que no se mencionan en los postulados de Educación 2020. Por ejemplo, el problema del uso y abuso de las mediciones estandarizadas para regular el mercado-educativo, las cuales deberían eliminarse, el sobre-empoderamiento de directivos y sostenedores que bloquea un funcionamiento democrático real en los establecimientos y el empoderamiento en la toma de decisiones de los cuerpos docentes. Y seguro se nos escapan otros problemas relevantes, por ello es imprescindible que docentes en ejercicio, de todos los niveles de experiencia posible, contribuyan al ejercicio de pensar la nueva sociedad y de reescribir la constitución. Es un riesgo que no podemos correr el dejar que organizaciones de la sociedad civil vinculadas a partidos políticos se encarguen de presionar y de hacer lobby para llevar sus visión de la educación a la Carta Magna.

Comentarios

Miguel Stuardo Concha es profesor e investigador actualmente vinculado a la Universidad CY Cergy París, como director de la formación Licencia Profesional Trilingüe Comercio y desarrollo sustentable. Doctor en Educación y Máster en Calidad y Mejora de La Educación por La Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Profesor de Castellano y Comunicación y Licenciado en Educación en la Universidad de La Frontera, Chile. Investiga sobre mejora escolar, educación y justicia social, acogida de estudiantes migrantes, investigación libre y abierta y enseñanza del español como segunda lengua. ¿Te gustan las publicaciones de Miguel? Tal vez te interesa financiar su trabajo independiente con una microdonación y hacerlo sostenible. Donar via Mercadopago aquí -O- Donar via Paypal acá. https://orcid.org/0000-0003-2617-0035

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