El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad utiliza erróneamente (¿o de forma mal intencionada?) el término evaluación para hablar de medición. Un error recurrente tanto en la propaganda de la Agencia (ver enlace) y ahora también Carlos Henríquez que pareciera tener la intención de confundir a opinión pública y profesionales respecto a la naturaleza y fines de pruebas y cuestionarios. :
SIMCE significa, oficialmente, Sistema de Medición. Medir y reducir aprendizajes a valores numéricos no es evaluar. La denominación más precisa y técnica, que se esperaría sea usada por quienes dirigen instituciones públicas, es medir. Sin embargo, en el último tiempo hemos notado que se está vaciando de contenido el término evaluación y se está resignificando en el discurso público como sinónimo de medición, aplicación de pruebas escritas y cuestionarios, y reducción de procesos complejos a indicadores numéricos.
Las pruebas SIMCE y cuestionarios tampoco miden aprendizajes integrales, como se escribe en el tuit del secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad, debido a que se limitan a solo algunas asignaturas y solo miden las habilidades y aprendizajes cognitivos que pueden demostrarse a través de pruebas escritas.
Además, es importante tener en consideración que la información que llega a establecimientos es de baja calidad y no permite tomar decisiones basadas en datos en las aulas ni establecimientos ni precisar las fortalezas o debilidades en forma personalizada con los sujetos medidos. Solo entrega medias de puntaje y agregaciones inútiles para mejorar la enseñanza. Más detalles en esta publicación El SIMCE no entrega retroalimentación basada en datos para el uso pedagógico. Análisis del mito en torno al valor de la información SIMCE para los establecimientos y profesionales.