“En otro colegio no me renovaron contrato por reclamar por las condiciones sanitarias, ya que no había jabón en los baños, además de reclamar por el no pago del bono SAE, mención de título y por el pago a tiempo de los bonos. Me tildaron de comunista y ahora ningún sostenedor me da trabajo”. Esta lamentable situación vivió el docente Luis Aguilar, profesor de física y matemática, según la carta que nos ha enviado. ¿Por qué en Chile la ley no protege ni empodera a las/los buen@s docentes?
La Ley que creó el Sistema de Desarrollo Profesional Docente, cuya propaganda del Gobierno y medios de comunicación tradicionales la calificaban como gran ley, no cambió ningún aspecto de la legislación laboral de los docentes y probablemente tendrá escaso impacto. Los establecimientos no están interesados en retener, con contratos indefinidos, a los docentes bien evaluados y que han demostrado trabajar bien. La Ley no dedicó ni una palabra a proteger a los buenos docentes. Se ha diseñado el sistema para que el sostenedor tenga todo el poder de decisión en materia laboral.
Se mantuvo la legislación laboral débil que desempodera por contrato a los profesionales de la educación y los deja desprotegidos frente a los malos sostenedores y directivos. No importa si el/la docente está bien evaluado o si haces bien su trabajo, porque la ley permite que los sostenedores no renueven contratos sin tener que dar explicaciones o justificaciones. En la práctica, están creando un sistema de rotación con el objeto de evitar hacer contratos indefinidos. Esta mala práctica sin justificación pedagógica está afectando gravemente la calidad de la educación, pues los equipos no se consolidan, y el bienestar de los profesionales, que deben sufrir la inestabilidad, e invertir tiempo, dinero y recursos para buscar nuevos trabajos todos los años, sin merecerlo. El Ministro dijo ante los medios que hay que mejorar el aula, pero la realidad muestra que el problema está en el sistema de sostenedores que mal administran y maltratan a los buenos docentes con el cruel sistema de rotaciones injustificadas. Las estadísticas oficiales del Mineduc del año 2017 muestran que el 45,6 por ciento de docentes tuvo un contrato de inestabilidad laboral injustificada en 2017. Esto equivale a 107.542 docentes.
En este contexto cruel, el profesor de física y matemática Luis Aguilar nos hace llegar una carta con las amargas experiencias que ha vivido, pese a tener un buen desempeño profesional. Desea publicarla para dar a conocer una amarga realidad que las leyes laborales permiten y que la clase política, capturada por los intereses y el lobby de los sostenedores, no tiene intenciones de cambiar.
La carta del profesor Luis Aguilar
Mí nombre es Luis Aguilar. Soy profesor de física y matemática. Desde segundo medio he tenido los primeros lugares del curso. Entré a la universidad con primer puntaje de selección. Estudié pedagogía por vocación y con la beca al mérito por mí puntaje. Me gradué con distinción máxima. Hice mí memoria en didáctica de las ciencias, creando el primer cómics de física de Chile. Tengo 15 años de experiencia. De los cuales 5 trabajé en un preuniversitario Pedro de Valdivia. Mí calvario empezó cuando empecé a trabajar en colegios.
El primer problema al que me enfrenté era que me pedían experiencia, tuve que trabajar dónde fuera, en éste caso en un colegio particular, dónde pagaban el mínimo nacional. Estuve un año.
Después me fui a otro colegio donde estuve dos años y me encontré con el gran problema de la no renovación luego del segundo año. Los sostenedores no quieren hacer un tercer contrato ya que legalmente te corresponde ser contratado a indefinido. Lo mismo me pasó en un segundo colegio. Esta mala práctica te fuerza a ir de colegio en colegio, sin importar que hagas bien tu trabajo.
Iba de colegio en colegio. En otro colegio no me renovaron contrato por reclamar por las condiciones sanitarias, ya que no había jabón en los baños, además de reclamar por el no pago del bono SAE, mención de título y por el pago a tiempo de los bonos del gobierno. Me tildaron de comunista y ahora ningún sostenedor me da trabajo. Los psicólogos laborales no creen la problemática de la rotación docente. En resumen me mataron en vida.
Lo único que sé hacer es educar, soy un excelente profesor, los alumnos me quieren y me admiran. No puede ser que te despidan que no te renueven simplemente por reclamar los derechos y condiciones sanitarias mínimas. Son malas prácticas empresariales que dañan la educación. No sé a quién recurrir yo lo único que quiero es dar mí evaluación docente y ayudar a otros otros colegas.
Observo otras publicaciones en grupos de profesores y me doy cuenta que muchos colegas están viviendo ésta situación. Simplemente sino le caes bien a un directivo te despiden, te recomiendan mal y nadie te da trabajo. En otras profesiones te hacen contrato indefinido, no puede ser éste asunto de los contratos a plazo fijo y causales injustificadas de despido, los sostenedores actúan como patrones de fundo.
Creo que es algo que debe acabar. El colegio de profesores debe tomar cartas en el asunto, no puede continuar ésta situación. En el último colegio me despidieron por el puntaje PSU de los alumnos (causal que no aparece en la carta de despido) y también por no ser católico. Esto afecta a muchos colegas.
Luis Aguilar
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